lunes, 25 de julio de 2011

The death of you and me, Noel Gallagher.

Hace poco, Noel Gallagher, mi ex-Oasis favorito, anunció que el 17 de octubre se publicará su primer disco en solitario, bajo el nombre Noel Gallagher's High Flying Birds. Aunque aún tengamos que esperar unos cuantos meses más, los ansiosos (como yo) ya podemos disfrutar desde hoy de su primer single. The death of you and me es la primera joyita con la que nos deleita. 
Las comparaciones son odiosas y sabemos que van a llover entre él y los Beady Eye de Liam. Yo, como anotación personal, diré que esta primera canción del disco de Noel me suena mucho más "Oasis" que las de Beady Eye, y eso me encanta. También, que después de escucharla he visto que lo que más echo de menos de los autores de Don't look back in anger, Wonderwall o Stand by me (mi favorita), es eso, sus canciones. Y que con Noel otra vez por aquí, habrá muchas más de esas canciones para nosotros, para los que sabemos que él ha sido siempre el genio, con la diferencia de que ahora también disfrutaremos de su voz en todas ellas. Será un disco que sorprenderá y gustará mucho, de momento con The death of you and me apunta alto. 
Aquí os la dejo, por si todavía no la habéis escuchado. 


También quiero decir que llevo unos días fuera de cobertura y me ha cogido lejos de la civilización la muerte de Amy Winehouse. Nunca fui muy fan de la que muchos consideraban diva del soul, pero si siento profundamente que otro genio nos haya dicho adiós. Por suerte, la música nunca muere. Sus canciones seguirán siempre aquí y ella, en el corazón de todos sus fans. 

martes, 19 de julio de 2011

Dan Mathews.


A raíz de la presentación de su disco, el mes pasado, en el Orange Café de Madrid, descubrí a un chico del que me apetece mucho hablaros. Él es Dan Mathews, mitad madrileño, mitad londinense. Empezó en esto de la música a los 17 años siendo guitarra y voz del grupo Yoghourt Daze, que se separó hace algún tiempo. Desde entonces, Dan ha estado cual trotamundos viajando por distintos países, juntando vivencias y experiencias de las que nace Do it all, su primer disco en solitario. Un disco de once canciones que para algunos críticos está demasiado sobreproducido y con una "sobredosis de azúcar"; a mi, que no soy crítica musical ni soy , me ha enamorado. Once canciones que siguen la máxima de "la canción es lo primero", intimistas y melancólicas, acompañadas con pocos instrumentos y una voz que las hace más especiales. Canciones nacidas de mucha ilusión y una guitarra (como se nota en la elegida como primer  single, What do I really want, que además coincide con mi favorita) sencillas, sin complicaciones, que transmiten una sensación de suavidad que te da ganas de escucharlas una y otra vez, de empaparte de ellas. Creo que es un disco muy bien hecho, producido por Manuel Colmenero, y que consigue un indudable toque personal. 
Me gusta tanto que es lo que más escucho últimamente. Estoy deseando verlo en directo en alguna sala pequeñita de la capital, con poco público, para poder disfrutarlo sólo para mi. Pero a pesar de quererlo sólo para mi, también quiero compartirlo con vosotros porque creo que vale la pena no perdérselo. 
Podéis escucharlo en Spotify aquí.
Y para los que seguís luchando contra las malditas restricciones de Spotify, os dejo su página de Facebook aquí, en la que también podéis escucharlo. 
Estoy segura de que os va a encantar, ¡disfrutadlo!

lunes, 18 de julio de 2011

75 años después de la Guerra Civil.

Mientras unos piden olvidar y perdonar, en twitter es Trending Topic #recuperarlamemoria y miles de personas se lanzan a twittear la muerte de sus abuelos o bisabuelos en manos del franquismo. Entre todo eso leo un tuit que dice: ¿Cómo no habéis ganado en la calle queréis ganar en Twitter? (me parto). Tenía una profesora que siempre decía "El que no conoce su historia está condenado a repetirla", frase que quedó tatuada en mi mente infantil y ha perdurado hasta hoy, por eso soy de los que piensan que no es posible ni acertado olvidar (lo de perdonar, es otro tema). Pero también me pregunto hasta cuándo. 75 años después parece que sigue habiendo "dos Españas". El PP gana unas elecciones autonómicas y cientos de personas se congregan en Génova y cantan a voz en grito "Yo soy español" (entre otras cosas), ¿y yo si no voto al Partido Popular no soy española? O si soy de izquierdas, soy roja. Eso me hace pensar en la poca educación política que hay en este país, donde la cultura histórica se recibe por herencia familiar y eso lleva a que gente de mi edad se sepa de memoria el Cara al sol (sin tener ni pajolera idea de que significa) o a que otros sean nostálgicos de una idealizada Segunda República en la que no han vivido. Hoy se cumplen 75 años desde que empezó esa etapa que más ha marcado la historia de España, que ha condicionado para siempre la identidad de este país. 40 años de muertes, sufrimiento, dolor y, sobretodo, heridas que aún hoy, casi un siglo después, no se han cerrado. Mi abuelo siempre me dice que soy tan romántica que no valgo para hablar de política ni de historia, pero a mi me da igual. Creo que el día de hoy no debería utilizarse para buscar culpables entre los muertos o revolver un pasado que todavía sangra, sino para recordar con admiración a los millones de personas anónimas que murieron defendiendo unos ideales, una libertad que querían robarles. Que finalmente les robaron, nos robaron a todos aunque ni siquiera estábamos allí. 


jueves, 14 de julio de 2011

Y blablabla, llueve sobre mojado.

"¿Para que haces esto si no has escrito aún sobre nada?". "Porque nada me interesa ahora", respondo. Nadas hay muchos, me responden. Y yo me desespero. Teddy Bautista ha dimitido como presidente de la SGAE y el Códice Calixtino nada, que no aparece (¿lo habrá robado él?). Grecia sigue ahogándose y en la radio suena un anuncio que dice algo así como que si soy joven y vivo en España, me vaya con las juventudes cristianas a disfrutar de la visita del Papa a Madrid (ahora mismo hago las maletas). Enciendo la televisión, en tele5 un tal Victor Sandoval (¿quién eres?) lanza insultos interminables a un tal Nacho Polo (te pregunto lo mismo) y dice que le ha picado una araña. Eso tiene revolucionadas a todas las locas y... ¡oh, no! Aída Nízar, pero ¿todavía existes? Apago la tele. Y resulta que Alejo Stivel ha compuesto la sintonía para la campaña de Rubalcaba, y yo digo, querido Alejo, fue muy bonito que en tu último concierto de la Joy subieras a tu chica al escenario durante Dime que me quieres, pero es que luego me robó  mi sitio (yo se lo cedí gustosamente para que te gritara a sus anchas) y cuando salió Leiva a cantarme Que hace una chica como tú... intenté recuperarlo y me soltó "creo que aquí no cabemos todas", la muy capulla. Hugo Chávez tiene cáncer mientras a la selección de fútbol de Venezuela parece que le va muy bien en la Copa América (¿está de suerte ese país?). Bueno, pase lo que pase, ya nos enteraremos por los TT de Twitter. A mi lo único que me interesa del fútbol es que el Depor ha bajado a segunda. Me pregunto si los que están en el FIB a punto de disfrutar de The Strokes o de Arctic Monkeys también habrán ido para ver a Julieta Venegas. Da igual, preferiría estar allí y no aquí, en esta Galicia lluviosa a la que aún no ha llegado el verano. Noel Gallagher anuncia disco en solitario y cuenta que su hermano le atacó con la guitarra a modo de hacha, Liam le llama mentiroso y bla bla bla... ¡Yo quiero que vuelva Oasis! Y ahora Bildu cambia los grupos programados para la Semana Grande de San Sebastián por otros de la casa, para "reforzar la cultura vasca". En Coruña el nuevo alcalde pepero nos trae a Maldita Nerea y Sergio Dalma, ¿por qué no a Stereotipos? Mi no entender. Las mejores noticias del momento, parece ser que la sandía sirve como sustituto de la viagra, que un perro catalán sabe sumar y restar y... ¿una mujer le corta el pene a su marido y lo mete en una trituradora? Me queda el consuelo, en este mundo de locos, de que mañana se estrena la última del hombre de mi vida desde que tenía once añitos, Harry Potter. Y entre tantos nadas me dan las 15.30 y yo, como cada día, me voy al bar que hace esquina.
Ha llegado mi hora del café.

domingo, 10 de julio de 2011

Lo único que sé es que me apasionan las palabras más que cualquier otra cosa, y que el periodismo no es una profesión que se vaya a aprender en cuatro años de universidad. Es una vocación, algo que te corre por las venas desde el minuto uno. El otro día conocí a un chico que me contó que a partir de septiembre, también él será un estudiante más de periodismo, y añadió "si, yo también voy a tirar mi futuro por la borda". Eso me hizo mucha gracia. Salen periodistas de debajo de las piedras, pero dentro de ellos están los que creen serlo, los que lo son para pagar el alquiler (o intentarlo) y los que aman su profesión. Los últimos son los únicos que valen en este mundo.
Un mundo del que yo sé un poco de todo, y mucho de nada.
Y si esto existe es Para que tú me oigas.