sábado, 10 de septiembre de 2011

"El dolor del 11-S solo podía aliviarse con música"

Eso dijo Paul McCartney. 
Mañana se cumplen diez años del peor atentado de la historia. Aquel 11 de Septiembre en el que los ojos de toda la humanidad estaban puestos en Nueva York. Para muchos, los que teníamos diez-once años cuando sucedió, esa fue la primera vez que oímos hablar de Bin Laden, Al Qaeda, Irák... entre otras cosas, crecimos con las imágenes de una guerra que nos tocaba muy lejos, pero ahí estaba. 
Estos días las televisiones, los periódicos, las revistas, la web... todo se llena de especiales y documentales que reviven el dolor de millones de personas. Conmemoran el décimo aniversario del día en el que el mundo se encogió.
Os voy a recomendar uno. Esta noche el canal estadounidense Showtime estrenará, justo en la víspera del aniversario, un documental titulado The love we make (El amor que hacemos). El título evoca a la canción The end de los Beatles... porque es un documental realizado por Paul McCartney sobre su experiencia aquel 11-S. McCartney se encontraba en un avión en el aeropuerto de Nueva York, que no llegó a despegar, mientras los atentados sucedían. En el documental encontramos a Paul junto a gente como el ex presidente Bill Clinton, David Bowie, Mick Jagger, Keith Richards, Eric Clapton, Elton John... y cómo se organizó el concierto benéfico que se realizaría unas semanas después y en el que Paul se involucró por completo. Quería ayudar, quería encontrar una forma de responder a los ataques... y "Concert for New York" fue la forma. Paul dice que aquel 20 de Octubre, cuando se celebró el concierto, "Estábamos saliendo del miedo por el impacto inmediato, en la gente se podía ver la emoción que era liberada a través de la música. (...) Realmente sentimos que estábamos haciendo algo bueno".


Y así nos lo cuenta a todos diez años después en este documental dirigido por el legendario documentalista Albert Maysles. 
Recordad, esta noche en la página web del canal Showtime podéis verlo. 
Por lo demás, pasad un buen fin de semana.

sábado, 3 de septiembre de 2011

#10CancionesQueNoVoyOlvidar

Cualquier excusa me vale para hablar de canciones y, sobre todo, para no estudiar (advertencia para futuros estudiantes de periodismo en la UCM: odiaréis la asignatura Documentación Informativa desde el minuto uno) así que... que mejor excusa para hablar de canciones y no estudiar que el TT que me he encontrado hoy en Twitter:
Diez canciones que no voy a olvidar. 
Elegir sólo diez no es fácil, ya que, como seguro que a muchos también os pasa, podría contar mi vida a base de canciones. Pero... lo voy a intentar. Allá voy.

1. La chica de ayer - Antonio Vega 
Toda persona que me conoce sabe que es mi canción por excelencia. Ni siquiera tengo recuerdo de la primera vez que la escuché, porque crecí con ella, tocada en el salón de casa por la persona más importante de mi vida: papá. Su canción favorita acabó siendo también la mía. La historia que más le gusta contar es que cuando yo nací las noches de dormir más de tres horas seguidas dejaron de existir en mi casa, y que la única manera de que dejara de llorar y me quedara dormida era tocarme esa canción. Los años fueron pasando pero esa maldita costumbre, no.
Ahora que vivo en Madrid, lejos de mi casa y lejos de él, cuando no puedo dormir llamo por teléfono. Sea la hora que sea, papá se levanta de la cama y me toca mi/su/nuestra canción. También es la historia que más me gusta contar a mi.


2. Agárrate a mi, María - Los Secretos
Otra canción que me ha marcado por influencia paterna. Enrique Urquijo se la escribió a su hija, María, cuando nació. Una canción brutal que consigue emocionarme hasta el infinito, refleja la necesidad de un hombre que se ha vuelto vulnerable por las drogas de encontrar un apoyo, una protección, algo a lo que agarrarse... a mi padre le encantaba tocárnosla a mi madre y a mi (las dos nos llamamos María). Aunque la canción es de Urquijo, la versión que hizo Antonio Vega para el disco homenaje "A tu lado" me puso los pelos de punta la primera vez que la escuché.


3. Llévame al baile - Pereza
Ni es la primera canción que escuché de ellos (más bien es de las últimas), ni es la que más me gustó al principio, ya que me costó un poco cogerle el puntillo a su último disco. Sin embargo, con el tiempo se ha convertido en mi canción favorita de mi grupo favorito. Su letra define a la perfección mi vida durante muchos meses, hasta el punto de que cuando me preguntan ¿Pereza?, yo contesto "Llévame al baile". Por mucho que me hayan marcado otras de sus canciones, me quedo con esta.
Y... de ellos, de Rubén y de Leiva, no puedo decir nada. Me he cogido aviones para verlos tocar en otro país, eso lo resume todo.


4. Albion - Babyshambles 
Para mi Babyshambles son Pete Doherty; Pete Doherty es, simplemente, Pete. A diferencia de la mayoría de las personas que lo único que saben de él es que "era el novio drogadicto de Kate Moss", yo escuché esta canción hace tiempo y, desde ese momento, no he dejado de quererlo, aunque casi nadie me entiende cuando hablo de él. Los primeros acordes de esta canción me vuelven loca, y también ha estado incluida en una parte muy importante de mi vida. Anywhere in Albion... mi canción favorita en no español.


5. Hey There Delilah - Plain White T's
Plain White T's no es un grupo que me enloquezca, de hecho, conozco pocas canciones a parte de esta. Pero  esto va de canciones, no de grupos, y esta canción... esta canción me la trajo una amiga que se fue a EEUU hace cuatro años y me enamoró al momento. Higgenson, el cantante, se la escribió a Delilah DiCrescenzo; la historia de un chico que tiene a su chica en la otra punta del país y una noche cualquiera le escribe una canción "estoy a miles de kilómetros de ti pero esta noche estás preciosa". También me ha tocado saber lo que es tener a alguien... a kilómetros de distancia.


6. Don't think twice, it's alright - Bob Dylan
Cuando te estás enamorando de un chico y, en un mal momento, te dice que esta es la única canción que consigue hacerle llorar, ¿no se convierte inmediatamente en una canción que no vas a poder olvidar? "Yo le di mi corazón, pero ella quería mi alma". Brutal, simplemente. Ahora forma parte también de mi.


7. Stand by me - Oasis
Oasis es uno de mis grupos favoritos (si, soy de las que viendo a Noel y Liam intentando matarse el uno al otro sólo desean que se junten de nuevo) y esta la primera canción que escuché de ellos. No a todo el mundo le gusta Oasis, a mi me vuelven loca. Stand by me me parece su mejor canción, aunque todas las letras de Noel sean maravillosas. Oasis es mucho más que Wonderwall, y esta canción, después de Albion, es de las que nunca me cansaré de escuchar.


8. Rompeolas - Quique González 
No es mi canción favorita de Quique, pero si la que más me ha marcado. Una canción que no suena igual escuchada en una habitación de Madrid que sentado en el rompeolas de una ciudad con mar. Por ejemplo, mi ciudad. El día que me senté en el rompeolas de Coruña, durante la que probablemente haya sido la época más dura para mi hasta el momento, y en mi Ipod puesto en "aleatorio" salió esta canción, se me paró el corazón. No podía parar de llorar. Y, de hecho, no he vuelto a ser capaz de escucharla sin romperme por dentro.
Muchos no quieren reconocerlo o nunca se han parado a escucharlo lo suficiente como para decirlo, pero Quique es uno de los mejores músicos que existen en España en este momento.


9. Shine On - Jet
Nic le dedica esta canción a su padre después de su muerte. Igual que todas las canciones escritas con esa temática, es brutalmente emotiva. Gracias a esta canción descubrí que los chicos de Are you gonna be my girl? eran mucho más que eso. Igual que te hacían saltar, también podían hacer temblar. Con esta canción lo consiguieron.


10. ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? - Burning
El por qué de esta canción lo encontráis aquí. Y nada más.



Decidiéndome por escoger solo una de los Rolling o de Sabina. Con Todo lo demás de Calamaro o Papá cuéntame otra vez de Ismael Serrano. You've got a friend de James Taylor, Cry baby de Janis Joplin. Las 4 y 10 de Aute. Oh darling de los chicos de Liverpool. Todas las de mis Sidecars.
Y así podría seguir hasta el infinito. 

miércoles, 17 de agosto de 2011

Federico García Lorca.

Cuando era pequeña, en el colegio, odiaba la asignatura de Lengua y las veinte obras de cada autor que me mandaban memorizar para los exámenes. Me pregunto ahora, años después, por qué no lo que nos mandaban era leer las obras en vez de aprender títulos que luego escupiríamos en un papel. Preguntas sin respuesta del sistema educativo en general y de la que fue mi profesora de Lengua en particular. Creo que de esa forma, en vez de odiar la asignatura, hubiéramos disfrutado con ella. Lo único que recuerdo de Lorca de aquella época es repetir mentalmente antes de un examen: Poeta en Nueva York, Romancero gitano, Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba...
Si, esto va de recuerdos, pero no de recuerdos de mis días de colegio, sino del recuerdo de una persona pequeña que hizo cosas grandes. Federico García Lorca murió fusilado durante la Guerra Civil, una madrugada el 17, el 18 o el 19 de aquel Agosto de 1936. Después, su cuerpo se enterró en alguna fosa común y todavía hoy sigue viva la polémica sobre su paradero exacto. Hoy, que se cumplen 75 años del asesinato de uno de los poetas y dramaturgos más influyentes en la literatura española del siglo XX. Me pregunto ahora también, años después de haberme pasado horas delante de los apuntes memorizando los títulos de sus obras, por qué las guerras, al igual que las drogas, se llevan del mundo a personas que todavía tienen tantas cosas por decir. El poeta granadino Luis Muñoz dice de él "Poetas españoles consagrados y de todas las generaciones coinciden en la magnitud del poeta, al que algunos consideran no un escritor contemporáneo, sino como un poeta descolgado del tiempo, un clásico". 75 años después, Lorca sigue siendo un clásico inimitable. 

El programa Historias de papel, de Rne, hizo un especial dedicado al 75 aniversario de la muerte de Lorca. 
En él habla Miguel Caballero, autor de "Las trece últimas horas en la vida de García Lorca", libro en el que aparecen por primera vez los rostros de las personas que formaron parte del escuadrón que fusiló a Lorca y responde a todas las incógnitas sobre su muerte, y también Carlos Hernández, autor de "La Huella de Lorca".
Un programa muy interesante, os lo dejo aquí por si tenéis un ratito muerto y queréis escucharlo.

martes, 16 de agosto de 2011

Recordando a Elvis.

No escribo tanto aquí como me gustaría, pero mis exámenes de Septiembre y mi aburrido y ajetreado verano gallego me tienen absorbida. Aunque más de una vez me he sentado delante del ordenador para intentar hablar de las cosas que pasan y las que no pasan... De un hombre, que se hacía llamar "cazador de marxistas", que se volvió loco en Olso y mató a 93 personas, del adelanto de las elecciones, del desalojo de Sol, de la visita de nuestro querido Papa... pero al final siempre abandono la idea porque me puede la pereza y las ganas de tirarme en la cama a escuchar alguno de los muchos discos robados a mi padre este verano. Así que para eso, para hablar de música, es para lo único que saco tiempo, y más hoy. Tal día como hoy, hace 34 años, moría el rey del rock. Elvis Presley era encontrado muerto en el suelo de su cuarto de baño. El consumo de drogas se dice que fue la causa de su final, como el de muchos otros genios, pero también se sostiene la teoría de que Elvis huyó a Argentina bajo el nombre de John Burrows y siguió vivo con otra identidad. Incluso hay gente que creen ciegamente en que Elvis sigue o, al menos siguió más tiempo, entre nosotros. La fe, que mueve montañas. Su vida fue un camino de melancolías, su nacimiento con un gemelo que murió en el acto, los excesos de la fama, la muerte de su madre, sus adicciones... Es conocida la historia de que Elvis se presentó en la Casa Blanca para hablar con el presidente Nixon sobre su preocupación por los jóvenes que consumían demasiadas drogas, consiguiendo así una placa de policía antidrogas, pero también es conocida la adicción del Rey a los psicotrópicos, causa de su muerte. 
Llegados a este punto, y después de ver a muchos otros "reyes" caer por la misma razón, me pregunto como debe de ser la fama. Cuan grande será el grado de soledad y vacío que sienten en su vida nuestros héroes, los autores de esas canciones que tantas generaciones después siguen volando la cabeza de quien las escucha. Por qué todos nos abandonan jóvenes perdiendo así años y años de reglarle obras de arte al mundo. Desde aquí mi pequeño y humilde homenaje para recordar al rey del rock and roll, ese chico que con 19 años cambió para siempre la historia de la música y revolucionó y escandalizó a partes iguales el mundo con sus caderas; era Elvis the Pelvis.

lunes, 25 de julio de 2011

The death of you and me, Noel Gallagher.

Hace poco, Noel Gallagher, mi ex-Oasis favorito, anunció que el 17 de octubre se publicará su primer disco en solitario, bajo el nombre Noel Gallagher's High Flying Birds. Aunque aún tengamos que esperar unos cuantos meses más, los ansiosos (como yo) ya podemos disfrutar desde hoy de su primer single. The death of you and me es la primera joyita con la que nos deleita. 
Las comparaciones son odiosas y sabemos que van a llover entre él y los Beady Eye de Liam. Yo, como anotación personal, diré que esta primera canción del disco de Noel me suena mucho más "Oasis" que las de Beady Eye, y eso me encanta. También, que después de escucharla he visto que lo que más echo de menos de los autores de Don't look back in anger, Wonderwall o Stand by me (mi favorita), es eso, sus canciones. Y que con Noel otra vez por aquí, habrá muchas más de esas canciones para nosotros, para los que sabemos que él ha sido siempre el genio, con la diferencia de que ahora también disfrutaremos de su voz en todas ellas. Será un disco que sorprenderá y gustará mucho, de momento con The death of you and me apunta alto. 
Aquí os la dejo, por si todavía no la habéis escuchado. 


También quiero decir que llevo unos días fuera de cobertura y me ha cogido lejos de la civilización la muerte de Amy Winehouse. Nunca fui muy fan de la que muchos consideraban diva del soul, pero si siento profundamente que otro genio nos haya dicho adiós. Por suerte, la música nunca muere. Sus canciones seguirán siempre aquí y ella, en el corazón de todos sus fans. 

martes, 19 de julio de 2011

Dan Mathews.


A raíz de la presentación de su disco, el mes pasado, en el Orange Café de Madrid, descubrí a un chico del que me apetece mucho hablaros. Él es Dan Mathews, mitad madrileño, mitad londinense. Empezó en esto de la música a los 17 años siendo guitarra y voz del grupo Yoghourt Daze, que se separó hace algún tiempo. Desde entonces, Dan ha estado cual trotamundos viajando por distintos países, juntando vivencias y experiencias de las que nace Do it all, su primer disco en solitario. Un disco de once canciones que para algunos críticos está demasiado sobreproducido y con una "sobredosis de azúcar"; a mi, que no soy crítica musical ni soy , me ha enamorado. Once canciones que siguen la máxima de "la canción es lo primero", intimistas y melancólicas, acompañadas con pocos instrumentos y una voz que las hace más especiales. Canciones nacidas de mucha ilusión y una guitarra (como se nota en la elegida como primer  single, What do I really want, que además coincide con mi favorita) sencillas, sin complicaciones, que transmiten una sensación de suavidad que te da ganas de escucharlas una y otra vez, de empaparte de ellas. Creo que es un disco muy bien hecho, producido por Manuel Colmenero, y que consigue un indudable toque personal. 
Me gusta tanto que es lo que más escucho últimamente. Estoy deseando verlo en directo en alguna sala pequeñita de la capital, con poco público, para poder disfrutarlo sólo para mi. Pero a pesar de quererlo sólo para mi, también quiero compartirlo con vosotros porque creo que vale la pena no perdérselo. 
Podéis escucharlo en Spotify aquí.
Y para los que seguís luchando contra las malditas restricciones de Spotify, os dejo su página de Facebook aquí, en la que también podéis escucharlo. 
Estoy segura de que os va a encantar, ¡disfrutadlo!

lunes, 18 de julio de 2011

75 años después de la Guerra Civil.

Mientras unos piden olvidar y perdonar, en twitter es Trending Topic #recuperarlamemoria y miles de personas se lanzan a twittear la muerte de sus abuelos o bisabuelos en manos del franquismo. Entre todo eso leo un tuit que dice: ¿Cómo no habéis ganado en la calle queréis ganar en Twitter? (me parto). Tenía una profesora que siempre decía "El que no conoce su historia está condenado a repetirla", frase que quedó tatuada en mi mente infantil y ha perdurado hasta hoy, por eso soy de los que piensan que no es posible ni acertado olvidar (lo de perdonar, es otro tema). Pero también me pregunto hasta cuándo. 75 años después parece que sigue habiendo "dos Españas". El PP gana unas elecciones autonómicas y cientos de personas se congregan en Génova y cantan a voz en grito "Yo soy español" (entre otras cosas), ¿y yo si no voto al Partido Popular no soy española? O si soy de izquierdas, soy roja. Eso me hace pensar en la poca educación política que hay en este país, donde la cultura histórica se recibe por herencia familiar y eso lleva a que gente de mi edad se sepa de memoria el Cara al sol (sin tener ni pajolera idea de que significa) o a que otros sean nostálgicos de una idealizada Segunda República en la que no han vivido. Hoy se cumplen 75 años desde que empezó esa etapa que más ha marcado la historia de España, que ha condicionado para siempre la identidad de este país. 40 años de muertes, sufrimiento, dolor y, sobretodo, heridas que aún hoy, casi un siglo después, no se han cerrado. Mi abuelo siempre me dice que soy tan romántica que no valgo para hablar de política ni de historia, pero a mi me da igual. Creo que el día de hoy no debería utilizarse para buscar culpables entre los muertos o revolver un pasado que todavía sangra, sino para recordar con admiración a los millones de personas anónimas que murieron defendiendo unos ideales, una libertad que querían robarles. Que finalmente les robaron, nos robaron a todos aunque ni siquiera estábamos allí.